martes, 25 de octubre de 2011

La Amenaza Invisible

Este pasado fin de semana ha sido un fin de semana de esos que no sabes muy bien cómo calificar. Ha sido un fin de semana en una casa de agroturismo, vamos… ni puñetera idea de qué era eso cuando nos fuimos para allí contentos, felices y cargados. Cargados de ropa de invierno, botas de montaña, forros polares varios (el negociazo que tiene decathlon con los urbanitas como nosotros) , bastones para andar, kit completo de emergencia porsiaca a alguno le duele la cabeza, a los peques les da por tener esas fiebres de casi 40 sin venir a cuento, pinzas para quitar una astilla, colirio porsiaca un elefante nos entra en un ojo, tiritas de varias clases incluidas las de Caillou, alcohol en toallitas individuales, vamos.. lo que es un kit de porsiaca de toda la vida. También llevábamos el desayuno y meriendas para 10 adultos y 6 niños, en suerte nos correspondía a nosotros encargarnos de esa parte, el resto de alimentos y bebidas que allí se iban a tomar, estaba repartido entre el resto de nuestros amigos agroturistas, ropa de cambio (pero de cambio completo de un equipo de futbol sala), calcetines de frío extremo, gorros, bufandas y guantes.

Tras ir a buscar a NiñoNinja al cole un rato antes de la salida para así ir ganando tiempo y que no se nos hiciese de noche en el camino, en el camino de ida al “cuchitrilpueblo”( 40 habitantes censados y creo que nos censaron a nosotros) por esos caminos de piedras y guijarros que creo que la última vez que lo asfaltaron Franco era corneta, con esos baches, esas líneas de separación entre carriles inexistentes, esa ausencia de arcenes y ese firme en muy mal estado, que de firme solo tenía el nombre. Yo que siempre soy la que conduce, no me podía permitir quitar la vista de la carretera que creo que en ese estado pasan a denominarse “puto camino de cabras” pero si entre bache y bache pude mirar por el retrovisor interior y ver a NiñoNinja en el asiento de atrás en su silla, con su cinturón, el pobre me miraba, sonreía y si en ese momento pillábamos otro bache,  le faltaba levantar los brazos en alto y posar para la foto como si estuviésemos montados en el Dragon Khan de Port Aventura. En un par de ocasiones me temí que saltasen los airbag y se montase parda.

Nos perdimos. De nada sirvió el (los) plano(s) que saqué de internet con la ruta más corta, la más rápida, evitando incidencias de tráfico, con y sin peajes, por comarcal, por autonómica de III, por nacional, hasta el infinito y más allá…..

De nada nos sirvió, tanto plano y tantas indicaciones.

¿De verdad que has apuntado que en la salida 43 de la comarcal tenemos que dejar unos arbustos a la izquierda y una casona abandonada a la derecha? (Sensei increpando a Servidora)
Que sí hombre, que me he hecho el recorrido entero por satélite desde Google Maps (alegato de Servidora)
¿Y si han talado los arboles y la casa se ha terminado de hundir? (a esto parecía que no tenía yo replica alguna)
Bueno, es una referencia por si no está bien indicado el desvío (a ver que dice a esto)
Mierda, nos acabamos de pasar el desvío (Servidora que ve como un desvío queda atrás a nuestra izquierda, con minúsculo cartel y sin árboles ni casa abandonada)

Papáaaaa, ¿porqué no llamas a tus amigos y les dices que estamos perdidos y que vengan a buscarnos? (NiñoNinja desde su asiento)
No estamos perdidos, estamos dando un rodeo… (jamás reconocería que estamos perdidos y menos a sus amigos)

Tras ser conscientes de que estábamos perdidos, bueno.. perdidos no, dando un rodeo como Sensei prefiere aclarar, recurrimos a la siempre presente Guía Campsa edición del 2006 que llevamos en el coche. Inciso [llevamos iphone,  pero Sensei no se “apaña” con las indicaciones de Google Map, me despiporro……]

¿De verdad que lo que has sacado por internet es una ruta en coche? (Sensei haciendo sangre)
Pues claro, tú que te crees …
Contra, te lo digo porque en la guía Campsa ese recorrido figura como el cauce de un río…
Vete a la mierda, jajajajaja (se acabo la discusión, a partir de ahí fue todo mucho más divertido y ameno, ya sabíamos que estábamos perdidos y ya mi nivel de hostilidad tras el último comentario de Sensei había bajado a mi mínimo y estaba tranquila y relajada al volante).

Tras unos cuantos kilómetros perdidos, encontramos una carretera que sin tener que hacer uso de ningún vehículo anfibio, nos llevo hasta el “cuchitrilpueblo”. Fuimos los segundos en llegar, ya estaban allí nuestros amigos de la capital de Turia y nos recibieron con  besos, abrazos y un…

Vais a flipar con la casa

Mierda, mierda, mierda, pensé yo para mis adentros, el tonito con el que lo acababan de decir y siendo bien sabedora de que los amigos en cuestión son mucho de campo, acampadas, albergues y demás…. miedito me daba pensar lo que nos íbamos a encontrar, siendo ellos unos expertos en pernoctar en lugares de lo más variopinto.

Pues con las mismas, empezamos a descargar el coche con más miedo que vergüenza y a subir los tramos de escaleras que conducían a las habitaciones de la 2ª planta. Tomamos posesión de una que tenía una cama de matrimonio y otra de 1,05.

Vale chicos… y las almohadas?
No hay ni una sola almohada (entre risas nos soltaron)
¿Una casa para 18 personas y sus tantas mil camas y no hay una sola almohada?

Con una gran carcajada solo dijeron SI

Pues estamos apañados (continué yo)
Pues todavía no has visto los baños

Apuffff, el dueño de la casa un soltero agradable y majete, necesita sin duda alguna acudir a “granjero busca esposa”. Esa casa necesita una mujer o al menos un servicio de limpieza que pase por allí antes de que las arañas vuelcan a hacer de las suyas en el grifo de la ducha, para que hagan uso de la escobilla del baño para impedir que cuando un WC no se use a menudo, el agua que allí se encuentra acabe por dejar un “cerquito” en el interior de WC. Que una casa necesita el mismo número de almohadas que de camas y que a los edredones del Ikea hay que ponerles fundas para que queden más monos…

Apuffff otra vez, pero vale, vamos a estar con amigos, nuestros amigos de toda la vida, con los que Sensei se crió en el colegio, con los que tiene tanto en común que antes de contar cualquiera de sus anécdotas o batallitas, ya están llorando de la risa recordando lo bien que se lo han pasado juntos y lo mucho que se quieren.

Va a ser un fin de semana genial, nos repetíamos como un mantra una y otra vez…..

Poco a poco el resto de amigos fue llegando a lo largo de la tarde-noche. Esperábamos con impaciencia al que tenía que traer las botellas de alcohol y cervezas, pero con mayor impaciencia ya esperamos al que tenía que traer los hielos y las botellas de refresco para la mezcla.

Dimos de cenar a los enanos sin esperar al último grupo, eso o se hubiesen comido los unos a los otros. Hacia las 10 de la noche llegó el último del grupo que desde luego se había perdido como nosotros y como todos los demás, que también se pasaron el desvío de los árboles y la casa hundida….. (consuelo de tontos).

Acostamos a los niños y tras dormirse pudimos disfrutar de una larga noche de copas, risas, más copas y más risas. Empezamos a desaparecer del salón principal cuando escuchábamos como desde el final de la escalera, alguno de los niños se había despertado y nos llamaba a gritos para que nos fuésemos con ellos a dormir… Angelitos, nos dieron cierta tregua, la primera que se fue a dormir con su prole fui yo y eso que ya eran las 3 de la madrugada.

A la mañana siguiente nos fuimos levantando tempranito, los enanos tienen un reloj interior y no respetan ni fines de semana ni copas, ni risas, ni resacas. Después de una ronda de ibuprofenos que nos tomamos todos sin excepción, decidimos prepararnos para dar un agradable paseo por el campo. No había mucho que ver en ese cuchitrilpueblo, pero un paseo por el campo siempre apetece y más cuando vas preparado para ello. Pantalones calentitos, botas de campo, forros polares, bastones para andar… vamos.. lo normal…. Nos encaminamos calle arriba (la calle) solo había una dirección por la que ir, a ver esa pequeña edificación que se veía al final de un camino agrícola. Mirar parece un corral de animales, ¿vamos a verlo? Venga….

La subida fue poco más de media horita, en la cual los niños disfrutaban del campo, de;  ¿ese árbol que es?, ¿porque hay esos agujeros en el suelo?, ¿qué planta es esa?, Maniiiiii yo quiero un palo como el que tiene NiñoNinja, ¿porque Cachito (el miniperro que uno de los amigos de Sensei había llevado) no para de correr y de olerlo todo?, ¿Puedo quitarme el forro y el chaleco? Tengo calor…

Agradable paseo sin duda. Al termino de el camino agrícola por el que habíamos subido, llegamos a una construcción con pinta de nave para albergar ganado. Estaba en una explanada y los niños se acercaron con los bastones de andar a la verja de la entrada para ver si podían ver alguna oveja, o cerdo, o vaca, o caballo o animal…

No vimos animal alguno y cuando ya estábamos dispuestos a emprender el camino de vuelta, la hija de uno de nuestros amigos llegó corriendo, se acerco a su madre y entre medio lloriqueo soltó un

Mamaaaa me pica mucho la espaldaaaaa

El momento en el que esa madre levanta la camiseta y jersey de su hija y le vemos que tiene la espalda llena de lunares móviles que se paseaban por su pequeña espalda campando a sus anchas, casi nos da un patrás allí mismo. Todo pasó en nanosegundos, los gritos medio histéricos de terror de la madre de la criatura diciendo.. Mierda son garrapatas…. NO, no son garrapatas, son pulgas… están saltando… creo que tarde exactamente un segundo en reaccionar y mandar a Sensei a por NiñoNinja que estaba vareando la hierba seca crecida con el bastón de andar.

Empezó en ese momento lo que acabo convirtiéndose en una cacería (menor). A cada pulga que eliminábamos nos cobrábamos tres perdices y una liebre, jajaja. Revisión exhaustiva de la peque que tenía cientos de pulgas por su cuerpecito, revisión de todos los infantes que estaban en las inmediaciones de la entrada al corral. Los padres de la peque que dio la primera voz de alarma, le quitaron toda la ropa, toda… todita toda, se quitaron ellos sus propios jerseys y a modo de gusanete, envolvieron tanto a la peque como al hermanito que también estaba cubierto por esa amenaza invisible.

NiñoNinja tenía unas cuantas paseándose por su forro polar que afortunadamente era verde y con cierta facilidad pudimos espulgarle, también llevaba algunas en la camiseta interior que también por un golpe de suerte era blanca y las presas a capturar fueron sencillas de localizar, bueno.. alguna se había alojado y tenía intención de montarse un chalet adosado entre las costuras de la camiseta.

La imagen era dantesca, estábamos en una explanada diez adultos y seis infantes y cual manada de simios nos revisábamos los unos a los otros, parecía una imagen sacada del National Geographic.

Emprendimos el regreso que en la subida nos costó media horita y la bajada fue en menos de cuarto de hora. A ver.. el picor generalizado que llevábamos nos hacia ir ligeros en el caminar, eso y que llevábamos a dos niños en pelotejas solo tapados por los jerseys de sus progenitores.

La paisana de la casa de al lado que se asoma por una ventana de la primera planta de su casa  y nos pregunta que qué pasaba.

Pues nada, que hemos ido a dar un paseo por el campo y venimos llenos de pulgas (le dijo una Servidora)
Seguro que habéis pasado por la paridera
¿Por la qué?
Por la paridera (repitió con ese tonito de, estos urbanos que no saben de naaaa)
Donde llevan a las ovejas que están a punto de parir para que estén calentitas y no les falte “naita”
Pues hemos ido por allí (señalando el camino agrícola)
Ahhh, pues allí está, eso esta plagadito, yo ni subo… que suba el Ernesto….que a mi esos bichos me dan muchismo asco
No te jode y a mí, o cree que les voy a poner un piso en la playa (pensé pero no dije) y sobre todo, ya podría habérnoslo dicho antes, que nos vio ir de camino para allí cuando salimos y nos miraba con curiosidad desde su ventana (también pensé y no dije)

Cuando por fin llegamos a la entrada de la casa, empezamos a quitarnos la ropa y a examinarnos con más detenimiento. Unas cuantas fueron capturadas en ese lugar y allí mismo se les dio muerte. Sensei se quedó medio en pelotas a la puerta de la casa y como única compañía tenía los silbidos del loro de la casa de enfrente que le repetía incesantemente ….fiiii fiiii, chico guapo (para coñas estaba el pobre Sensei en ese momento…).

El resto íbamos pasando con la ropa justa para no montar una bacanal, a los cuartos de baño y procedimos a ducharnos. La ropa que llevábamos fue toda ella sacada al patio de la casa que presumiblemente imaginamos que tras ver la predicción de los -5 grados que esa noche íbamos a tener, caerían todas muertas por congelación.

El miniperro fue desterrado al patio de la casa y ya con más calma fuimos comentando que tendríamos que ir a buscar una farmacia de guardia a otro pueblo para buscar algún tipo de spray para poder deshacernos rápidamente de ellas. Se organizó esa misma tarde una expedición al pueblo más cercano (20 kilómetros) para encontrar el consabido spray. Como es evidente no encontramos ninguna farmacia de guardia y tuvimos que consolarnos con unas cervecitas que nos tomamos para ver si así las pulgas (de quedarnos alguna) decidían no picarnos. Que malos padres que estábamos siendo, a los niños no les dimos cerveza….

Esa noche tras la cena la verdad es que nuestros ánimos estaban un poco bajos y más cuando NiñoNinja decidió bajar los 15 escalones de la dichosa escalera infernal sin poner un pie en ninguno de ellos. El golpe fue tremendo, pero como buen Ninja que es, afortunadamente solo se magullo la espalda. Como somos gente previsora, le pusimos un poco de pomada antiinflamatoria después de someterle a un examen completo, que todo sea dicho de paso, nos sirvió para capturar otra pulga. Estaba consciente, no deliraba (más de lo normal) y tras no dejarle dormir, una hora después se fue a la cama acompañado por la peque mayor.

No teníamos el cuerpo para mucha fiesta, entre el momento National Geographic, la caída de NiñoNinja y la de otra peque que también calló desde 3 peldaños y esta vez con la cara por delante… (gracias al Santo Creador tampoco fue nada, un gran hematoma en la barbilla y mucho susto) y que la noche anterior habíamos dado buena cuenta de todo el alcohol y el hielo, la noche se presentaba algo jodida. Lo único que nos hizo salir de ese estado de aplatanamiento, fue cuando empezamos a imaginas como debían estar las pulgas que habían ocupado el pelamen del miniperro. Con sus tienditas de campaña, sus pancartas de “indignadas” y sus grititos por los minimegáfonos…. ¡¡¡Un desalojo, otra ocupación!!!.

Menos mal que somos gente que nos crecemos ante las adversidades, que si no… vaya mierda de fin de semana que habría sido……

Conclusión

Para la próxima reunión ya estamos hablando de alquilar una casa sin escaleras. Llevar en el kit completo de emergencia porsiaca, un spray antiparasitario para pulgas, garrapatas, okupas, otras amenazas invisibles y aliens. Llevar una nevera portátil para hacer hielo. Dejar a miniperro en casa. No hacer ni puto caso a Google Maps. Comprar una guía Campsa edición 2011. No volver a hacer agroturismo en esas condiciones. Apuntar al dueño de la casa a “granjero busca esposa”. Intentar volver a ese cuchitrilpueblo y llevarle compañía al loro que silbada al Sensei (hembra y macho y que él decida.. del loro se entiende….).  Y por último, seguir disfrutando de la compañía de nuestros amigos por muchísimos años más y tener siempre ese sensación de que no importa donde estemos… siempre y cuando estamos juntos….

3 comentarios:

  1. ¿Cómo dices que se llama el spray anti pulgas? Dios me pica todo!!! Menuda aventura...bueno de todo se aprende y tras esta eco-experiencia-rural-campestre ya podéis apuntaros a "LA GRANJA DE LOS FAMOSOS" (ACORRALADOS creo que es el nombre real) y seguro que terminariais cantando con Leticia Sabater...A mediodía ALEGRIA!!!! Besos mapachiles.

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  2. Ay, madre, que finde!!! Lo de las pulgas me ha dado mucha grimilla, hija, yo creo que me hubiera ido corriendo para los madriles, que una es muy de campo pero antes muerta que con parasitos correteando por mi espalda...
    Un besito!

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  3. De verdad que intento imaginaros espulgandoos con dos niños en pelotas en medio del campo jajajajajaja ¡madrileños!

    Consolaros, que le habeis dado chicha a la vecina para muchos meses!!!

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