domingo, 19 de noviembre de 2017

Eraser

Resultado de imagen de pelicula eraser


Con la nueva actualización de WhatsApp ahora se puede borrar mensajes que enviaste a una persona o un grupo, eso está muy bien, pero… siempre hay un “pero”.

Esa opción sólo es válida durante 7 minutos. 7 minutos de mierda,¡¡¡pero qué coño!!!

Ese tiempo me parece poco, o excesivo según se mire.

Si te arrepientes de algo que escribiste, te arrepientes según le has dado enviar, porque fue un impulso y te sobran 6 minutos y 59 segundos, pero si te arrepientes pasados esos 7 minutos, entonces  ¿qué?, ¿tu arrepentimiento es menor según van pasando los minutos y se va diluyendo porque ya no es cuestión de impulso y/o un arrebato?. No lo creo.

¿No os ha pasado nunca eso de enviar un mensaje y después de pasado un tiempo en el que te maldices por tu impulsividad y te cagas en todo lo cagable porque crees que has metido la pata hasta el garganchón, según va pasando el tiempo, te das cuenta que ese error cometido bajo los influjos de llamémoslo mala leche acumulada (normalmente asociado al pensamiento “me tiene hasta el níspero”) igual fue lo mejor que podías hacer dadas las circunstancias?.

Quizás si no hubieras enviado ese mensaje se te quede todito dentro, se enquista y al final como una gaseosa agitada, explotas, sin importar a quién acabes salpicando.

Pues bien, a mí esto me pasa últimamente mucho, a pesar de mi torpeza con las manos, tengo una agilidad para enviar mensajes que acabo queriendo borrar que ríete tu de los discos duros que se borran solitos por arte de birlibirloque.

Envío un mensaje y según aparece el primer indicativo de haber sido entregado ya me he arrepentido y me digo “a ver... monina, ¿por qué cojones no maduras lo que envías antes de cagarla de forma reiterada una y otra vez?” y lo peor es que me contesto a mí misma “esqueesqueesque me tenía hasta los cojones la situación, y claro, ya está bien y qué demonios si se ha llevado un Zasca en toda la boca ha sido porque se lo ha buscado y porque blablablablablablablabla” y así me encuentro en esas situaciones justificándome ante mi misma por mi impulsividad y la rapidez de envíos.

Para qué Srs. de WhatApp? Por qué nos hacéis esto? No es suficiente con enviar cosas de las que arrepientes lo más grande, sino que además nos decís, date prisa… que se te pasan los 7 minutos y ya no hay marcha atrás? ¡¡¡Cabrones!!! eso no se hace y si lo hacéis, ¡¡¡joder!!! que exista la posibilidad de borrar los mensajes más antiguos, esos de los que aunque pasen 8 minutos, 3 horas o 4 meses, le arrepientes igual, es lo que toca, a comerse el arrepentimiento y olvidarse del “y si” que es muy porculero .

En fin, yo llevo arrepintiéndome de un mensaje incendiario que envié hace meses el día de mi cumpleaños (mala leche fecha para enviarlo, sin duda) pero ya está, no se puede deshacer el error y ¡¡¡qué diablos!!! quizás tampoco fue un error.

 A saber;

Película floja, comercial por y para el lucimiento de Arnold  (el apellido ni lo intento sin tener que hacer Ctrl+C, Ctrl+V)

Vanessa Willians espectacular en su belleza, nada más …

Y ¡oh sorpresa!!!

Nominada al Oscar: Mejores efectos sonoros (1996)

miércoles, 18 de octubre de 2017

La Chica del Paraguas Rojo



Daniel!! ¿Dónde coño vas?

Ahí está hoy también, voy a ver si la alcanzo y hablo con ella de una puta vez

Sí, por favor, que llevas dando por culo meses, eres muy cansino…

Daniel, salió de su despacho y en su carrera arrolló a Nuri, una chica de contabilidad, haciendo que perdiera la mitad de los papeles que ella llevaba en las manos. De todos es sabido la mala baba que se gasta la gente de contabilidad y Daniel sabía que ese tropiezo le pasaría factura, más allá de la patada virtual en los cojones que Nuri acababa de propiciarle.

¿Y qué le digo? Pensaba Daniel según iba bajando en el ascensor. Por un momento dudó entre el ascensor y las escaleras pero la visión de llegar a hablar con una desconocida a la  que llevaba observando desde hacía meses con la lengua fuera y el jadear de un galgo, no le pareció la mejor imagen para que quedase marcada en la retina de esa desconocida.

Hola, soy Daniel

Ahh hola, ¿y?

Perdona. Trabajo en esa oficina de ahí enfrente y llevo tiempo viéndote por la ventana de mi despacho [espero que esto no sonara en su cabeza igual de psicópata como en la mía]

¿Y?

[Empezamos bien, qué borde!!!] Bueno, pues que me gustaría invitarte a un café un día si te parece bien

Esto… discúlpame Daniel te llamas ¿no? No sé cómo lo veras tú, pero a mí esto me parece muy raro. Sinceramente no estoy acostumbrada a que me aborden en plena calle desconocidos y me ofrezcan tomar un café, quizás a ti te pase habitualmente, pero te aseguro que a mí no me ha pasado nunca

Bueno, pues a mí tampoco pero ¿sabes? Llevo tiempo viéndote y bueno pues eso [arranca macho que estás entrando en bucle] que te veo casi a diario llegar con tu paraguas rojo y sentarte en la terraza de esa cafetería a tomar un café, estás media hora y después te marchas y no sé quizás sea curiosidad, por verte la cara, porque desde ahí arriba [qué hijo puta Luis, está en la ventana pegado como una pegatina mirándonos] no te la había visto nunca o quizás más curiosidad por saber por qué aunque no llueva llevas siempre ese paraguas rojo aunque sea cerrado, no sé… digamos que es curiosidad

Jajaja, Daniel, esto está sonando cada vez más raro. ¿Me estás diciendo que llevas tiempo observándome por no decir espiándome y sabes a qué hora llego, qué hago cuando llego y cuánto tiempo tardo en tomarme un café?

Cappuccino sin azúcar [yo soy gilipollas]

La madre que me parió!!! y ¿cómo coño sabes eso?

Pues …pues… esto… porque desde la ventana veo la taza que pone Capuccino y no veo que le pongas el sobrecito de azúcar [buena salida lo de la taza, porque a ver cómo le explico que le he preguntado al camarero cómo le sirve el café]

Jajaja, me alegra saber que eres buen observador y tienes buena vista, sin duda

Me llamo Rebeca por cierto

[Olé, olé y olé esto va por buen camino] Encantado Rebeca!!!

Supongo que lo mismo digo

Entonces, ¿tomarías un café conmigo?

Está bien, ¿qué día te va bien?

Cuando tú quieras, no tengo problema de horarios ni nada. ¿Te va bien ahora? [mierda, esto ha quedado muy desesperado, olé tus huevos toreros, tonto los cojones]

Hoy no puedo, ¿quizás mañana?

Perfecto, pues mañana te veo. ¿Me contarás el por qué de tu paraguas rojo? Vale que esto es Santiago y aquí llueve siempre pero eso es ser previsora en exceso [jajaja que ingenioso soy, ¿qué mierda frase ha sido esa?, como si tuviera que recordar la ciudad en la que vive]

Te veo mañana Daniel. Hasta mañana

Daniel, quieres espabilar de una jodida vez macho!!! que llegamos tarde a la puta reunión de presupuestos. Verás el careto que nos va a poner la cabrona de Nuri que tiene unas ganas del copón de hacernos pasar por la quilla tras la cagada del último trimestre con los ratios. 

Que dejes de mirar por la ventana JODERRRRRR!!!

De mañana no pasa que bajar a hablar con ella y le pides el teléfono o lo que te salga de los cojones tío, o lo haces tú o lo hago yo, que llevas meses mirando por la ventana y no te atreves ni a acercarte a ella. Échale un par de huevos como los que vamos a tener que echarle ahora con Nuri que nos va a dar de hostias hasta en el carnet de identidad. Se nos va a follar y no sé tú pero a mí no me apetece una mierda.


Nota de la autora: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, lo único real es la foto, que sí que es mi paraguas rojo :D

martes, 17 de octubre de 2017

Música del Corazón


Todos tenemos esas canciones que nos hacen vibrar el alma, por una u otra razón.

Canciones que nos hacen volver la vista atrás, acordarnos de ese primer beso, de esa primera vez que con la música atronadora de un garito alguien te susurra al oído y no recuerdas ni qué te dijo, pero sí recuerdas la música que estaba sonando en ese momento.

Ese día en el que  te encuentras en Lavapiés en un sitio raro de cojones, que no sabes si te has metido en un puticlub o en una sala de Jazz & Soul, para tranquilidad de los lectores diré que no era un puticlub.

Esa noche bailé al ritmo de Nina Simone más preocupada por mi acompañante porque él pensaba que de allí saldría “no entero”. Desde ese momento no puedo evitar que una sonrisa se me dibuje recordando ese madrugada tan peculiar y me alegra el alma acordarme de ello.

Canciones que te envían a las 1000 de la madrugada porque se han acordado de ti, no sabes muy bien por qué, pero escuchas esa canción de Pink Floyd y dices, joder..joder.. cómo me ha gustado eso. También yo te echaba de menos es lo único se te ocurría decir pero no dijiste.

Canciones que te hacen recordar cómo un día alguien volviendo de farra a las 03:30 de la madrugada y con la valentía que otorga ir cocido como un piojo, te envía un mensaje sólo porque estaba volviendo a casa mirando las estrellas y cantando recuerda que fuiste la única persona que se percató de un cambio apenas significativo para el resto de los mortales y lees el mensaje porque el destino caprichoso quiso que aún no estuvieras acostada a esas horas y contestas al mensaje y escuchas la canción de otra vez la más grande Nina Simone y el brillo vuelve a los ojos. Alguien se acordó de ti, al ritmo de una canción para el alma.

Si escuchas música y esa música no te hace aflorar emociones, mejor no sigas escuchando, ya si eso te pones “Despacito” y saltas por la ventana.

La música nos transporta, nos lleva a lugares a los que hacía tiempo que no habíamos vuelto. Nos hacen sonreír y en otras ocasiones nos entristecen y te das cuenta que a esos lugares no quieres volver porque casi con seguridad esos recuerdos evocan un pasado que te hacía llorar y no poco.

Escuchar un tema de Depeche Mode a mí me hizo ser la mujer más feliz del mundo y después la más desgraciada pero de eso hace ya muchísimo tiempo y ya pasó.

Pero hay canciones que quieres tenerlas siempre presente, siempre contigo, canciones que te acompañaran el resto de tu vida y yo tengo una de esas, grabada a fuego (no pero casi). Canciones que cuando las escuchas, te ves reflejada, te identificas en gran parte con la canción. La escuchas en bucle una y otra vez y cuando ya se cicatriza, empiezas a disfrutar de esa canción en toda su grandeza.

A mí esto me pasó con el GRAN FREDDIE (con todas las mayúsculas) y tanto me pasó que acabé por hacer esto otro 



Es un recordatorio que veo a diario, que tengo muy presente, y como dice la letra “ tal vez mi maquillaje se esté desconchando, pero mi sonrisa aún permanece”.

Una persona me preguntó en una ocasión que si me dolió y como buena descendiente de Gallego, a esa pregunta yo contesté con otra ¿el tatuaje o lo que significa?.

Tenía que haberme tatuado toda la letra, pero me faltaban costillas donde continuar pinchando. No me canso de escucharla y ya dejé de llorarla hace siglos. Qué grande Freddie y que grande Brian May escribiendo esta maravilla como canto a la vida para alguien al que se le estaba escapando.

El título del post es como casi siempre, prestado de una peli. No os podéis ni imaginar lo difícil que resulta en ocasiones encontrar un título apropiado a lo que quiero escribir, y hoy me he sorprendido. Esa película existe con ese nombre y lo más increíble de todo es que es una película que dirigió Wes Craven allá por el 1999, sí… sí el Craven de las películas que a una Servidora acojonan sobremanera :D.
No he visto la película y no será que no tiene credenciales suficientes como para no dejarla pasar.

A Saber;

2 nominaciones al Oscar: Mejor actriz (Meryl Streep), canción original
Nominada al Globo de Oro: Mejor actriz - drama (Meryl Streep)











lunes, 9 de octubre de 2017

In Time

Se dice se cuenta se rumorea que el tiempo es lo más valioso que una persona puede entregar a otra.

No es algo tangible, no es algo que se pueda comprar en ninguna tienda molona de tiempo, pero sí se puede prestar y regalar y como es algo que sólo nos pertenece a nosotros, una vez que lo damos, no es posible recuperar. Quizás por eso nos resulta tan difícil desprendernos de él.

Se sabe cuando una persona te quiere/aprecia cuando te da parte de SU tiempo. No se trata de cuantificarlo, ni medirlo, pero se nos da y eso nos gusta.  Esto aplica a familia, amigos, pareja, compañeros, incluso a un desconocido que nos pide indicaciones para llegar al museo del Prado desde Moncloa y te pasas 10 minutos de tu valioso tiempo dándole instrucciones más o menos claras para que pueda llegar allí sin dar una vuelta por Teruel.

Regalamos nuestro tiempo a quien nosotros queremos y casi siempre es sin esperar nada a cambio. Si hay una recompensa, es algo que nos gusta aún más y que nos pone una sonrisa de oreja a oreja como al gato de Alicia en el País de las Maravillas, pero si no es así, tampoco pasa nada, o sí…

Quizás la próxima vez  que te pidan un poco de TU tiempo la respuesta sea un rotundo, NO gracias.  Mi tiempo es muy valioso y no creo que seas merecedor de ese regalo, no por nada, es simplemente porque no lo sabes apreciar.

¿Cuántas veces hemos dicho o escuchado “qué pérdida de tiempo ha sido esto”?. Muchas, muchísimas, a lo largo del día lo dices en infinidad de ocasiones. En una reunión absurda de la comunidad de vecinos, hablando con alguien que no te entiende por mucho que se lo expliques  porque lo único que está resonando en su cerebro es el sonido de un grillo (por la expresión de su cara).

Supongo que por eso nos enfada hasta límites insospechados el haber perdido el tiempo con algo o alguien sin un ápice de gratificación.

Hace un tiempo escuche a alguien, no recuerdo quien, decir “por favor que me devuelvan mi tiempo que eso que me están dando no tiene el valor suficiente para mí”.

Con los años nos volvemos más y más exigentes con aquello que estamos dispuestos a dar y no nos gusta que nos tomen el pelo aunque de partida esa no sea la intención. Valoro mucho mi tiempo y no me gusta que me lo hagan perder, porque por desgracia es algo que no podré recuperar nunca y me encabrona soberanamente que cualquiera pueda decidir sobre algo que no le pertenece.

Hoy por ejemplo sin ir más lejos, he estado esperando casi 25 minutos para hacer unas gestiones, simplemente porque el sujeto con el que había quedado estaba a otros menesteres. No digo que fuesen ni más importantes ni menos que atender a una Servidora, pero de verdad… que yo también tengo cosas que hacer y mi tiempo es igual de valioso que el tuyo o ¿crees que tu tiempo vale más si te pasas el día corriendo de reunión en reunión o simplemente sacándote mocos en los semáforos cuando vas conduciendo?.

Si alguien no valora el tiempo que le dedicas es que no merece ese tiempo. Me gustaría decir que es así de sencillo pero en muchas ocasiones no todo es tan fácil. Puedes querer dedicar más tiempo a algo pero te faltan horas a lo largo del día o por el contrario puedes tener mucho tiempo para dedicar a esas cosas y ganas no tienes ni pizca. Encontrar el equilibrio entre querer y poder eso es lo que es complicado y lo más probable es que acabes agobiada sin llegar a nada, corriendo como pollo sin cabeza llegando tarde, mal y nunca a todos lados.

Tenemos un tiempo limitado, según nacemos ya llevamos impresa la fecha de caducidad, vale sí… hay muchos factores que pueden influir en ello, pero nacer, implica morir (cuanto más tarde mejor,  a ser posible).

La película que presta el título a este post habla de ello 


La diferencia más significativa de esa sociedad que recrea, es que en la vida real y no como en la ficción, no nos pagan nuestro trabajo con tiempo en nuestro contador de vida, casi si me apuras pasa lo contrario, a más trabajo menos tiempo para vivir. El dinero ya no es válido, la moneda de cambio es el tiempo.

Ricos y pobres  pero con contadores de tiempo  y como en todas las culturas, épocas y lo que te rondaré morena,  tienen que coexistir ambos para alimentar temporalmente la sociedad.

Pobres de tiempo que no quieren morir. Ricos que están hastiados de vivir y la lucha sempiterna de lo correcto e incorrecto.

Así pues, mi tiempo es oro y no me gusta perderlo ni con nada ni con nadie. Aunque también es verdad, que en ocasiones nos merecemos la colleja de refilón por haber gastado tiempo, recursos y energías en algo que no te va a devolver nada del esfuerzo invertido. Aún así, seguro que volveremos a perder nuestro apreciado tiempo en otro sin sentido que se nos ponga por delante.

A saber;

Puzzle de 10.000 piezas que jamás colgarás

Bufanda tejida que más que bufanda es una redecilla para cocer garbanzos

Intentar mantener el orden en los cajones de la ropa interior y calcetines

Hacer entender al vecino que si nadie pagase la comunidad, tendría que subir a patita hasta el 6º y a oscuras portando una palmatoria.


Y para terminar, el mayor despilfarro de tiempo  que se puede cometer es ver la 2da temporada de Twin Peaks o que se lo pregunten a Ecobio hermana.

Sr. Lynch debería dejar el abuso de los estupefacientes, no le caen nada bien ;D

martes, 3 de octubre de 2017

Splash!!!


Ante los nuevos retos que he decidido emprender, para eso que llaman crecimiento personal y autoayuda, me he propuesto hacer algo de lo que siempre he huido, no me gusta, me aburre mortalmente y no se me da bien.

Casi a diario me embuto en un bañador de natación que me queda como al Santo Creador dos pistolas, me coloco el gorro de silicona para no tener que volver luego con el pelo empapado y ahorrarme el tiempo de más que yo considero innecesario pasar en el vestuario de una piscina.
El primer día que fui a nadar, tarde más en lo que subí, me cambié, salí, me duché y bajé a casa, que lo que realmente estuve en el agua, para no mentir al diablo, en remojo estuve 20 minutos. Me aburre infinito y más allá.

Está claro que no le había cogido el gusto, aún sigo sin cogérselo pero como a penas soy cabezota me he empeñado en continuar haciéndolo.

El segundo día que fui fue un poco más divertido, entre otras cosas porque no fui sola, fui con NiñoNinja, un amigo y la hija de este. Yo me quedé en la calle lenta con los niños y una vez que estaba ya dentro de la piscina, con mi gorro y mis gafas, de lo único que tenía ganas era de salir y acabar cuanto antes esa tontuna (perdón tortura) y tomarme una caña y fumarme un cigarrillo en la terraza de enfrente de la piscina. Pasado ese momento de ¿Qué cojones hago yo aquí?, me vine arriba y empecé a nadas, con algún buchito de agua que tragué, porque oigan, no es lo mismo nadar en el mar que en piscina, y yo el nadar en piscina lo tengo más que olvidado.

NiñoNinja en su línea, largo arriba, largo abajo.En lo que yo hacía un largo, él me doblaba, yo lo achaco a su edad y la mía, mi hábito de fumar y no el suyo, a su estilo (Crol) y el mío (brazabuela o espalda)  y qué diablos, que él está en el equipo de natación del colegio. Aún así y tras los primeros calambres que me estaban dando en partes de mi cuerpo que no sabía o no recordaba que había músculo, empecé a disfrutar. 

Lo que más me gustó fue el silencio, con el gorro de silicona, te cubres los oídos y pasas a un estado de me la pela cualquier estimulo o distracción externa y eso mola, puedes escuchar tus pensamientos, puedes centrarte en sentir entre calambre y calambre los latidos de tu corazón que está a punto de salirse de tu boca, te da exactamente igual  si vas con la vela colgando porque te ha entrado en poco de agua en la nariz (nota mental; tengo que hacerme con una pinza de nariz), si la señora Japonesa que nada delante de mí me da una patada a cada palmeada que hace con los pies y me da, ¿cuál es la distancia de seguridad que hay que dejar?, si el que va de vuelta por la  misma calle, te arrea una “guantá” de las que hacen mirar a media piscina, y sobre todo si mi hijo está descojonándose agarrado al bordillo cuando me ve llegar junto a él con el golpe en un pómulo, la vela colgando, el bañador que me queda grande de pelotas y lo llevo medio caído por el pecho y a modo de tanga por detrás.

En fin, solventados esos primeros inconvenientes no cejé en el intento y estaba con determinación a que eso que estaba haciendo me gustase.


Me recoloqué el bañador, volví a ponerme las gafas en su sitio porque la imagen era patética, algo así como esto 

Expectativa

Vs.

Realidad

Y tras no sé cuantos largos, y un buen arrugamiento de piel, decides salir de ese caldo sin fideos, porque si hubiera tenía un poco más de sustancia me había quedado allí a comer, total… me bebí media piscina y seguro que alguna de las micciones de la señora japonesa que estaba delante de mí.

No fue tan terrible como yo pensaba, estuvo bien. Ese momento me ayudo a ir tan cansada al vestuario que no me importó ver aquello como una playa nudista de Ibiza o Cádiz. La joven que con su cuerpazo nos mira a todas con la superioridad le otorga tener 20 años menos, ya veremos “mona” cuando tengas mi edad si estás como yo…

La abuela que está medio espatarrada en uno de los bancos untándose crema hidratante con la llana que le ha robado al último albañil que pasó por su casa

La exhibicionista que se pasea por todo el vestuario sin rumbo fijo, y las que como yo nos buscamos un rinconcito y nos ponemos las bragas del revés para no perder mucho tiempo y salir de allí cuanto antes.

Voy a continuar con esta rutina, hasta que algún@ de las asidu@s me dirija la palabra y entonces será ese el momento de cambiar de piscina, porque Servidora es poco amigable con desconocid@s, salvo que seas Michael Phelps, con o sin barba
Michael Phelps
Eso sí, tengo que hacerme con un reproductor de música acuático que me permita encerrarme más durante ese tiempo (perdido) en mis pensamientos y dejar el cerebro el stand-by.

Ya lo pensaré mañana...

martes, 26 de septiembre de 2017

La Cruda Realidad

Continúo con mis títulos de pelis y escribo lo que se me pone en el níspero con alguna aunque lejana pincelada o a la película en cuestión o solo al título.

Os dejo el trailer para quien no sepa ni de su existencia, cosa rara si es que sois féminas, porque el capullo insensible que aparece en ella no es otro que Gerard Butler. Película en clave de humor de corte romanticón (que daño hace Hollywood a todo esto) pero que tiene una lectura interesante en esto de las relaciones.

Vale, creo que queda claro de que va a ir este post. La búsqueda del amor verdadero, nooooo, dejémoslo sólo en encontrar a alguien con quien tengamos algo más en común que la especie humana.

Tras mi divorcio y después de 23 años compartidos en una única relación sentimental, sales al mercado, porque es así,  con 40 y pocos años y te encuentras con qué?  pues con una amalgama de tíos que están en tu misma situación (o eso cuentan, JA JA y JA).

Tras los primeros meses en los que no tienes ganas de nadita y mucho menos que se te acerquen y menos aún que te toquen ni con un palo de lejos, decides hacer caso a bien intencionados consejos y entras en esas páginas de chico busca chica para solteros exigentes o chica adopta un chico y que nos encontramos?  pues fauna y flora de toda índole, y cuando he dicho lo de flora lo digo con conocimiento de causa. En su momento tuve citas en las que un seto hubiera dado mucho mas juego en la conversación que el tipo que tenía sentado enfrente.

Me pasaron cosas rarísimas, conocer a tíos con los que pensar en tener una cita con él tras horas de mensajes y conversaciones, se me hacía cuesta arriba y con una pereza existencial brutal. Otros con los que ni conectas a nivel intelectual, es decir, sabe leer a duras penas, a este grupo los llamo “viceversos”  que sí, que uno de esos para un aquí te pillo aquí te mato no está mal, eso sí, no podré volver nunca al restaurante Cuatro Estaciones :D  pero eso es otra película.

¿Entonces, qué se busca?

Ésta era la frase más dicha en esas APPs de contactos, “¿y tú que buscas?” os juro por el Santo Creador que en el momento que me preguntaban eso yo siempre decía lo mismo “estoy buscando setas” (lo que me he podido reír con las reacciones de los tíos a esa respuesta mía, el tonto a las tres que tenía el sentido del humor en las lunares y el que pillaba la ironía en modo ON y nos marcábamos unas risas). Lo correcto sería decir la verdad pero por desgracia andamos de sinceridad escasa. A mí me hubiera encantado decir que buscaba alguien que me haga vibrar el níspero y alguien que además de eso ponga el cerebro en funcionamiento, que estaba en modo centrifugado, pero claro, si dices eso tal cual ya puedes dejar de buscar y darte de baja en el servicio Premium de la App porque no lo vas a amortizar ni de coña.

A  ver que me estoy dispersando, volvamos a la peli.

Es un manual para chicas de cómo encontrar pareja, eso sí, contado desde el punto de vista masculino, qué hay que hacer y que no. La visión de un tío es fundamental en todo esto, siempre hay que tener un amigo “pagafantas” que tiene asumido que aunque él te vea como futurible, no dejará de ser nunca ese amigo no gay con el que no tendrás nada más que una relación de amistad o esa terrible FriendZone que todos hemos odiado en algún momento de nuestras vidas.
La cosa funciona así, no debes dejar que el tipo en cuestión sepa bajo ningún concepto  que te tiene pillada, que estás loquita por sus huesos y ahí es donde empieza el juego.  Esas situaciones de tira y afloja como una gomilla elástica. Qué cojones!!! ¿quién dice que eso tenga que funcionar así? ¿porqué no se puede mostrar lo que realmente se siente, porqué voy a tener que esperar 4 horas a contestar un mensaje tuyo que me arden los dedos cada vez que veo mi WhatsApp? y todo para que el tipo en cuestión se sienta importante “anda mira, con el día tan ajetreado que tiene ha sacado un ratito para hablar conmigo” esto también aplica a nosotras ehhh.

Cuando por fin crees haber llegado a ese punto de equilibrio en el que te la pela todo eso del manual y muestras tus emociones, entonces si no es amor verdadero como en La Princesa Prometida, él sale corriendo, les entra como un noseque queseyo que ya con 40 y pico palos es como un Ay Madre!!! que me puedo enamorar!!! y otra vez el juego de tira y afloja.

Un pasito pa'delante María Un, Dos, Tres Un pasito pa'atrás

Dicen que la edad no es importante para encontrar el amor, pues siento disentir en esa afirmación. Con 20 incluso con 30 es como un “vale todo, aún tengo mucho tiempo” pero con 40 y pico o más, te vuelves exigente, no aguantas una mosca en los huevos y el que un día te parece el  hombre ideal, al poquito se convierte en ese tipo con el que no te ves pasando más allá de buenos ratos en la cama o fuera de ella, y que el simple hecho de presentarlo a tus allegados (léase también hijo) te pone los pelos como escarpias y no por ser un “viceverso”, no, sino porque simplemente no aporta lo suficiente como para volver a hipotecar tus vísceras.

Pues aunque os parezca raro, a los tíos les pasa exactamente lo mismo. Tras sus divorcios o separaciones salen como pollos sin cabeza y llegado un punto, buscan ese “amor verdadero” pero cuando creen haberlo encontrado les entra cagalitis, colapsan, no creen estar preparados para una relación a futuro y de ahí la frase manida “no eres tú soy yo”, la odio!!! y ojo, yo también recurrí a ella en alguna situación, solo para no hacer más daño del necesario pero que jode un huevo tanto decirla como escucharla.

Siempre se ha dicho que el hombre es egoísta y cobarde en lo que a las relaciones atañe, bueno… no sé si estoy de acuerdo al 100%, lo que sí sé es que las mujeres utilizamos varias partes de nuestro cerebro cuando estamos en pareja, incluso para el resto de situaciones cotidianas, en mi caso, soy de hemisferio izquierdo, el de la lógica y sólo rasco un poco el derecho, el de los emociones, así me pasa, que analizo todo, todo y todo y cuando algo no me cuadra en ese razonamiento tiro de hemisferio derecho y ahí es cuando se monta la Marimorena, porque la parte derecha del cerebro me dice una cosa cuando la parte izquierda me dice otra y ahí me quedo, tripa que me dice “adelante” y cabeza “ni se te ocurra”, y luego todo se queda en el ombligo que no sabe por dónde ir.

Los hombres no funcionan así y lo chungo de pelotas es dar con uno que no se comporte como un animalico de manual, claro que cuando lo encuentras tampoco es garantía de éxito, y otra vez vuelve el tira y afloja hasta que una de las dos partes se acaba llevando un “gomazo” de cojones en la cara porque la goma se estiró tanto que acabo por romperse.

En definitiva, muchas horas y Euros de terapia invertidas en encontrarme a mi misma como para que ahora llegue cualquier cantamañanas y me tire por tierra mi inversión.

Deberíamos ser honestos con nuestros sentimientos y dejarnos llevar por nuestras emociones, ellas son las que más nos aportan en esta vida, nacemos con ellas de serie y yo como dijo Albert Espinosa “soy un vampiro de emociones primarias” y también sé que en muchas ocasiones identificarlas no es fácil aunque creas que está chupado.

A saber;

Alegría
Tristeza
Ira
Miedo
Sorpresa
Asco

lunes, 25 de septiembre de 2017

El miedo no es una opción

Escrito inicialmente en mi CaraLibro...

Algunos sabéis (pocos, muy pocos) que desde hace años tengo un blog, lo dejé hace un tiempo y aún no sé si retomarlo en el punto que lo dejé desde el anonimato (con pasamontañas como solía decir ECDLC) o enfocarlo en otra dirección. Por eso lo publico aquí.


Esto que aquí publico hoy es producto de una noche de inspiración de madrugada, mirando el mar y en silencio.
El formato no es el más bonito ni colorista ni muy pensado, pero cuando te llega el momento de volver a escribir, lo haces con lo que tienes a mano (un móvil).
Esto quizás sea el primer post de una nueva etapa escribiendo o el último. Quizás, aún no lo he decidido. 
Muy fan de "quizás"

El miedo no es una opción.

Empiezas a subir por la escalera, no sin poco esfuerzo y cierto miedo, has ensayado el salto infinidad de veces.

Llegas a la plataforma de salto a 10m, te sitúas en equilibrio de espalda a la piscina, eres tú y no quieres más distracciones.


Mentalmente repasas; el impulso, la elevación, la ejecución y cómo no, la entrada al agua. Estás lista, estas preparada, llevas tiempo preparándote y trabajando para ello, y ese es el momento. Respiras y ..... doble mortal con tirabuzón carpado.



De repente algo va mal, te das cuenta que la piscina sí tiene agua, claro que tiene, pero no es suficiente, está a 2/3 de su capacidad, y en centésimas de segundo intentas reaccionar, sabes que el golpe podría ser mortal y sólo por instinto, cada uno de tus músculos se contrae, cada nervio, cada fibra de tu cuerpo se prepara para el impacto pero sigues adelante, ya es tarde para arrepentirse, ya no hay vuelta atrás, estás en el aire, ves el agua ahí, casi puedes tocarla pero tienes la certeza que a pesar de sí haber agua, no es suficiente.


No te encoges, decides haces la entrada en el agua como habías pensado, como sabes, como habías ensayado para ese momento y sin más, asumes la falta de agua y entras vertical, estirada, con la cabeza por delante.


Haces tu mejor ejercicio, el que de haberse dado todas las circunstancias, hubiera sido de medalla o cuanto menos de ovación de los jueces, pero ese no era el objetivo, sólo lo hacías por y para sentirte orgullosa de tus esfuerzos, de superar miedos y compartir tus logros personales con tus incondicionales. 



Emociones, incluso terrores, se arremolinan entre ellos. Hay quien se cubrió la mirada según empezabas a subir la escalera, otros que gritaban desde la grada "no saltes" y quienes te alentaban desde que pusiste el pié en el primer peldaño y sin duda no faltará quien esperará a que emerjas de esa piscina sin apenas agua. 



Sólo necesitarás una toalla calida y sí, también, unos cuantos puntos de sutura. 



Nada impedirá que sigas subiendo una y otra vez por esa escalera, que vuelvas a ponerte de espalda a la piscina y que continúes saltando. No has cometido un error, ni tan siquiera es responsabilidad de la organización la falta de agua, simplemente, la piscina tarde o temprano, acabará por llenarse.

Re-entrada

Hola de nuevo, queda alguien por aquí????

Llevo mucho tiempo dando vueltas a cómo retomar esta aventura en la que me embarqué hace mil años (o ese es el recuerdo que tengo yo).
Mi última entrada fue allá por el 2013, Noviembre para no mentir al Diablo.

Puedo empezar a hacer un resumen de estos tiempos, pero si lo hago ahora y así a cara perro, voy a perder muchas horas de escritura y con ello mis lectores, que vaya… una se va 4 años de nada y no le queda bichejo viviente que dedique un rato a leer sin sustancias que salen de mi portátil. Porque sí, vuelvo a escribir con portátil, un portátil que cuando lo dejé tenía Windows 7 y ahora tras el formateo que le han dado, está por el 10 y no digo más ….

Lo primero es lo primero, agradecer a todos esos incondicionales que de forma privada por email o Pio Pio, se han interesado por mí. Os lo agradezco de todo corazón.

Algunos desconocéis qué me ha llevado a estar tanto tiempo ausente. Pues bien, qué podría haberme apartado de esto que hago (malamente pero que me da mucha vidilla)? La respuesta es sí, un brote de Esclerosis Múltiple que me dejó entre jodida y jodida que te cagas. Ya ampliaré en próximos post.

Cuando empecé a salir un poquito a flote, otro varapalo llegó a mi vida.  Se acuerdan Uds. De Sensei, ese que era mi amado esposo, pues sí, también aciertan. Soltó una bomba de humo cual progenitor de un NiñoNinja y se (me) divorcio, uffff esto sí que daría para mucho…

Este verano en un arrebato de creatividad me dio por escribir estando en la playa con el móvil y ese fue el momento en el que me di cuenta que tenía que volver a escribir y aquí estoy, haciendo lo que me encantaba hacer, con lo que disfrutaba y espero seguir haciendo mucho tiempo más.
La primera reentrada la colgaré en unos minutos (si es que me acuerdo de hacerlo) porque la publiqué en mi FB particular y aún estoy por decidir si continuar con el pasamontañas o darme a conocer.


Ya veremos…