miércoles, 18 de octubre de 2017

La Chica del Paraguas Rojo



Daniel!! ¿Dónde coño vas?

Ahí está hoy también, voy a ver si la alcanzo y hablo con ella de una puta vez

Sí, por favor, que llevas dando por culo meses, eres muy cansino…

Daniel, salió de su despacho y en su carrera arrolló a Nuri, una chica de contabilidad, haciendo que perdiera la mitad de los papeles que ella llevaba en las manos. De todos es sabido la mala baba que se gasta la gente de contabilidad y Daniel sabía que ese tropiezo le pasaría factura, más allá de la patada virtual en los cojones que Nuri acababa de propiciarle.

¿Y qué le digo? Pensaba Daniel según iba bajando en el ascensor. Por un momento dudó entre el ascensor y las escaleras pero la visión de llegar a hablar con una desconocida a la  que llevaba observando desde hacía meses con la lengua fuera y el jadear de un galgo, no le pareció la mejor imagen para que quedase marcada en la retina de esa desconocida.

Hola, soy Daniel

Ahh hola, ¿y?

Perdona. Trabajo en esa oficina de ahí enfrente y llevo tiempo viéndote por la ventana de mi despacho [espero que esto no sonara en su cabeza igual de psicópata como en la mía]

¿Y?

[Empezamos bien, qué borde!!!] Bueno, pues que me gustaría invitarte a un café un día si te parece bien

Esto… discúlpame Daniel te llamas ¿no? No sé cómo lo veras tú, pero a mí esto me parece muy raro. Sinceramente no estoy acostumbrada a que me aborden en plena calle desconocidos y me ofrezcan tomar un café, quizás a ti te pase habitualmente, pero te aseguro que a mí no me ha pasado nunca

Bueno, pues a mí tampoco pero ¿sabes? Llevo tiempo viéndote y bueno pues eso [arranca macho que estás entrando en bucle] que te veo casi a diario llegar con tu paraguas rojo y sentarte en la terraza de esa cafetería a tomar un café, estás media hora y después te marchas y no sé quizás sea curiosidad, por verte la cara, porque desde ahí arriba [qué hijo puta Luis, está en la ventana pegado como una pegatina mirándonos] no te la había visto nunca o quizás más curiosidad por saber por qué aunque no llueva llevas siempre ese paraguas rojo aunque sea cerrado, no sé… digamos que es curiosidad

Jajaja, Daniel, esto está sonando cada vez más raro. ¿Me estás diciendo que llevas tiempo observándome por no decir espiándome y sabes a qué hora llego, qué hago cuando llego y cuánto tiempo tardo en tomarme un café?

Cappuccino sin azúcar [yo soy gilipollas]

La madre que me parió!!! y ¿cómo coño sabes eso?

Pues …pues… esto… porque desde la ventana veo la taza que pone Capuccino y no veo que le pongas el sobrecito de azúcar [buena salida lo de la taza, porque a ver cómo le explico que le he preguntado al camarero cómo le sirve el café]

Jajaja, me alegra saber que eres buen observador y tienes buena vista, sin duda

Me llamo Rebeca por cierto

[Olé, olé y olé esto va por buen camino] Encantado Rebeca!!!

Supongo que lo mismo digo

Entonces, ¿tomarías un café conmigo?

Está bien, ¿qué día te va bien?

Cuando tú quieras, no tengo problema de horarios ni nada. ¿Te va bien ahora? [mierda, esto ha quedado muy desesperado, olé tus huevos toreros, tonto los cojones]

Hoy no puedo, ¿quizás mañana?

Perfecto, pues mañana te veo. ¿Me contarás el por qué de tu paraguas rojo? Vale que esto es Santiago y aquí llueve siempre pero eso es ser previsora en exceso [jajaja que ingenioso soy, ¿qué mierda frase ha sido esa?, como si tuviera que recordar la ciudad en la que vive]

Te veo mañana Daniel. Hasta mañana

Daniel, quieres espabilar de una jodida vez macho!!! que llegamos tarde a la puta reunión de presupuestos. Verás el careto que nos va a poner la cabrona de Nuri que tiene unas ganas del copón de hacernos pasar por la quilla tras la cagada del último trimestre con los ratios. 

Que dejes de mirar por la ventana JODERRRRRR!!!

De mañana no pasa que bajar a hablar con ella y le pides el teléfono o lo que te salga de los cojones tío, o lo haces tú o lo hago yo, que llevas meses mirando por la ventana y no te atreves ni a acercarte a ella. Échale un par de huevos como los que vamos a tener que echarle ahora con Nuri que nos va a dar de hostias hasta en el carnet de identidad. Se nos va a follar y no sé tú pero a mí no me apetece una mierda.


Nota de la autora: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, lo único real es la foto, que sí que es mi paraguas rojo :D

martes, 17 de octubre de 2017

Música del Corazón


Todos tenemos esas canciones que nos hacen vibrar el alma, por una u otra razón.

Canciones que nos hacen volver la vista atrás, acordarnos de ese primer beso, de esa primera vez que con la música atronadora de un garito alguien te susurra al oído y no recuerdas ni qué te dijo, pero sí recuerdas la música que estaba sonando en ese momento.

Ese día en el que  te encuentras en Lavapiés en un sitio raro de cojones, que no sabes si te has metido en un puticlub o en una sala de Jazz & Soul, para tranquilidad de los lectores diré que no era un puticlub.

Esa noche bailé al ritmo de Nina Simone más preocupada por mi acompañante porque él pensaba que de allí saldría “no entero”. Desde ese momento no puedo evitar que una sonrisa se me dibuje recordando ese madrugada tan peculiar y me alegra el alma acordarme de ello.

Canciones que te envían a las 1000 de la madrugada porque se han acordado de ti, no sabes muy bien por qué, pero escuchas esa canción de Pink Floyd y dices, joder..joder.. cómo me ha gustado eso. También yo te echaba de menos es lo único se te ocurría decir pero no dijiste.

Canciones que te hacen recordar cómo un día alguien volviendo de farra a las 03:30 de la madrugada y con la valentía que otorga ir cocido como un piojo, te envía un mensaje sólo porque estaba volviendo a casa mirando las estrellas y cantando recuerda que fuiste la única persona que se percató de un cambio apenas significativo para el resto de los mortales y lees el mensaje porque el destino caprichoso quiso que aún no estuvieras acostada a esas horas y contestas al mensaje y escuchas la canción de otra vez la más grande Nina Simone y el brillo vuelve a los ojos. Alguien se acordó de ti, al ritmo de una canción para el alma.

Si escuchas música y esa música no te hace aflorar emociones, mejor no sigas escuchando, ya si eso te pones “Despacito” y saltas por la ventana.

La música nos transporta, nos lleva a lugares a los que hacía tiempo que no habíamos vuelto. Nos hacen sonreír y en otras ocasiones nos entristecen y te das cuenta que a esos lugares no quieres volver porque casi con seguridad esos recuerdos evocan un pasado que te hacía llorar y no poco.

Escuchar un tema de Depeche Mode a mí me hizo ser la mujer más feliz del mundo y después la más desgraciada pero de eso hace ya muchísimo tiempo y ya pasó.

Pero hay canciones que quieres tenerlas siempre presente, siempre contigo, canciones que te acompañaran el resto de tu vida y yo tengo una de esas, grabada a fuego (no pero casi). Canciones que cuando las escuchas, te ves reflejada, te identificas en gran parte con la canción. La escuchas en bucle una y otra vez y cuando ya se cicatriza, empiezas a disfrutar de esa canción en toda su grandeza.

A mí esto me pasó con el GRAN FREDDIE (con todas las mayúsculas) y tanto me pasó que acabé por hacer esto otro 



Es un recordatorio que veo a diario, que tengo muy presente, y como dice la letra “ tal vez mi maquillaje se esté desconchando, pero mi sonrisa aún permanece”.

Una persona me preguntó en una ocasión que si me dolió y como buena descendiente de Gallego, a esa pregunta yo contesté con otra ¿el tatuaje o lo que significa?.

Tenía que haberme tatuado toda la letra, pero me faltaban costillas donde continuar pinchando. No me canso de escucharla y ya dejé de llorarla hace siglos. Qué grande Freddie y que grande Brian May escribiendo esta maravilla como canto a la vida para alguien al que se le estaba escapando.

El título del post es como casi siempre, prestado de una peli. No os podéis ni imaginar lo difícil que resulta en ocasiones encontrar un título apropiado a lo que quiero escribir, y hoy me he sorprendido. Esa película existe con ese nombre y lo más increíble de todo es que es una película que dirigió Wes Craven allá por el 1999, sí… sí el Craven de las películas que a una Servidora acojonan sobremanera :D.
No he visto la película y no será que no tiene credenciales suficientes como para no dejarla pasar.

A Saber;

2 nominaciones al Oscar: Mejor actriz (Meryl Streep), canción original
Nominada al Globo de Oro: Mejor actriz - drama (Meryl Streep)











lunes, 9 de octubre de 2017

In Time

Se dice se cuenta se rumorea que el tiempo es lo más valioso que una persona puede entregar a otra.

No es algo tangible, no es algo que se pueda comprar en ninguna tienda molona de tiempo, pero sí se puede prestar y regalar y como es algo que sólo nos pertenece a nosotros, una vez que lo damos, no es posible recuperar. Quizás por eso nos resulta tan difícil desprendernos de él.

Se sabe cuando una persona te quiere/aprecia cuando te da parte de SU tiempo. No se trata de cuantificarlo, ni medirlo, pero se nos da y eso nos gusta.  Esto aplica a familia, amigos, pareja, compañeros, incluso a un desconocido que nos pide indicaciones para llegar al museo del Prado desde Moncloa y te pasas 10 minutos de tu valioso tiempo dándole instrucciones más o menos claras para que pueda llegar allí sin dar una vuelta por Teruel.

Regalamos nuestro tiempo a quien nosotros queremos y casi siempre es sin esperar nada a cambio. Si hay una recompensa, es algo que nos gusta aún más y que nos pone una sonrisa de oreja a oreja como al gato de Alicia en el País de las Maravillas, pero si no es así, tampoco pasa nada, o sí…

Quizás la próxima vez  que te pidan un poco de TU tiempo la respuesta sea un rotundo, NO gracias.  Mi tiempo es muy valioso y no creo que seas merecedor de ese regalo, no por nada, es simplemente porque no lo sabes apreciar.

¿Cuántas veces hemos dicho o escuchado “qué pérdida de tiempo ha sido esto”?. Muchas, muchísimas, a lo largo del día lo dices en infinidad de ocasiones. En una reunión absurda de la comunidad de vecinos, hablando con alguien que no te entiende por mucho que se lo expliques  porque lo único que está resonando en su cerebro es el sonido de un grillo (por la expresión de su cara).

Supongo que por eso nos enfada hasta límites insospechados el haber perdido el tiempo con algo o alguien sin un ápice de gratificación.

Hace un tiempo escuche a alguien, no recuerdo quien, decir “por favor que me devuelvan mi tiempo que eso que me están dando no tiene el valor suficiente para mí”.

Con los años nos volvemos más y más exigentes con aquello que estamos dispuestos a dar y no nos gusta que nos tomen el pelo aunque de partida esa no sea la intención. Valoro mucho mi tiempo y no me gusta que me lo hagan perder, porque por desgracia es algo que no podré recuperar nunca y me encabrona soberanamente que cualquiera pueda decidir sobre algo que no le pertenece.

Hoy por ejemplo sin ir más lejos, he estado esperando casi 25 minutos para hacer unas gestiones, simplemente porque el sujeto con el que había quedado estaba a otros menesteres. No digo que fuesen ni más importantes ni menos que atender a una Servidora, pero de verdad… que yo también tengo cosas que hacer y mi tiempo es igual de valioso que el tuyo o ¿crees que tu tiempo vale más si te pasas el día corriendo de reunión en reunión o simplemente sacándote mocos en los semáforos cuando vas conduciendo?.

Si alguien no valora el tiempo que le dedicas es que no merece ese tiempo. Me gustaría decir que es así de sencillo pero en muchas ocasiones no todo es tan fácil. Puedes querer dedicar más tiempo a algo pero te faltan horas a lo largo del día o por el contrario puedes tener mucho tiempo para dedicar a esas cosas y ganas no tienes ni pizca. Encontrar el equilibrio entre querer y poder eso es lo que es complicado y lo más probable es que acabes agobiada sin llegar a nada, corriendo como pollo sin cabeza llegando tarde, mal y nunca a todos lados.

Tenemos un tiempo limitado, según nacemos ya llevamos impresa la fecha de caducidad, vale sí… hay muchos factores que pueden influir en ello, pero nacer, implica morir (cuanto más tarde mejor,  a ser posible).

La película que presta el título a este post habla de ello 


La diferencia más significativa de esa sociedad que recrea, es que en la vida real y no como en la ficción, no nos pagan nuestro trabajo con tiempo en nuestro contador de vida, casi si me apuras pasa lo contrario, a más trabajo menos tiempo para vivir. El dinero ya no es válido, la moneda de cambio es el tiempo.

Ricos y pobres  pero con contadores de tiempo  y como en todas las culturas, épocas y lo que te rondaré morena,  tienen que coexistir ambos para alimentar temporalmente la sociedad.

Pobres de tiempo que no quieren morir. Ricos que están hastiados de vivir y la lucha sempiterna de lo correcto e incorrecto.

Así pues, mi tiempo es oro y no me gusta perderlo ni con nada ni con nadie. Aunque también es verdad, que en ocasiones nos merecemos la colleja de refilón por haber gastado tiempo, recursos y energías en algo que no te va a devolver nada del esfuerzo invertido. Aún así, seguro que volveremos a perder nuestro apreciado tiempo en otro sin sentido que se nos ponga por delante.

A saber;

Puzzle de 10.000 piezas que jamás colgarás

Bufanda tejida que más que bufanda es una redecilla para cocer garbanzos

Intentar mantener el orden en los cajones de la ropa interior y calcetines

Hacer entender al vecino que si nadie pagase la comunidad, tendría que subir a patita hasta el 6º y a oscuras portando una palmatoria.


Y para terminar, el mayor despilfarro de tiempo  que se puede cometer es ver la 2da temporada de Twin Peaks o que se lo pregunten a Ecobio hermana.

Sr. Lynch debería dejar el abuso de los estupefacientes, no le caen nada bien ;D

martes, 3 de octubre de 2017

Splash!!!


Ante los nuevos retos que he decidido emprender, para eso que llaman crecimiento personal y autoayuda, me he propuesto hacer algo de lo que siempre he huido, no me gusta, me aburre mortalmente y no se me da bien.

Casi a diario me embuto en un bañador de natación que me queda como al Santo Creador dos pistolas, me coloco el gorro de silicona para no tener que volver luego con el pelo empapado y ahorrarme el tiempo de más que yo considero innecesario pasar en el vestuario de una piscina.
El primer día que fui a nadar, tarde más en lo que subí, me cambié, salí, me duché y bajé a casa, que lo que realmente estuve en el agua, para no mentir al diablo, en remojo estuve 20 minutos. Me aburre infinito y más allá.

Está claro que no le había cogido el gusto, aún sigo sin cogérselo pero como a penas soy cabezota me he empeñado en continuar haciéndolo.

El segundo día que fui fue un poco más divertido, entre otras cosas porque no fui sola, fui con NiñoNinja, un amigo y la hija de este. Yo me quedé en la calle lenta con los niños y una vez que estaba ya dentro de la piscina, con mi gorro y mis gafas, de lo único que tenía ganas era de salir y acabar cuanto antes esa tontuna (perdón tortura) y tomarme una caña y fumarme un cigarrillo en la terraza de enfrente de la piscina. Pasado ese momento de ¿Qué cojones hago yo aquí?, me vine arriba y empecé a nadas, con algún buchito de agua que tragué, porque oigan, no es lo mismo nadar en el mar que en piscina, y yo el nadar en piscina lo tengo más que olvidado.

NiñoNinja en su línea, largo arriba, largo abajo.En lo que yo hacía un largo, él me doblaba, yo lo achaco a su edad y la mía, mi hábito de fumar y no el suyo, a su estilo (Crol) y el mío (brazabuela o espalda)  y qué diablos, que él está en el equipo de natación del colegio. Aún así y tras los primeros calambres que me estaban dando en partes de mi cuerpo que no sabía o no recordaba que había músculo, empecé a disfrutar. 

Lo que más me gustó fue el silencio, con el gorro de silicona, te cubres los oídos y pasas a un estado de me la pela cualquier estimulo o distracción externa y eso mola, puedes escuchar tus pensamientos, puedes centrarte en sentir entre calambre y calambre los latidos de tu corazón que está a punto de salirse de tu boca, te da exactamente igual  si vas con la vela colgando porque te ha entrado en poco de agua en la nariz (nota mental; tengo que hacerme con una pinza de nariz), si la señora Japonesa que nada delante de mí me da una patada a cada palmeada que hace con los pies y me da, ¿cuál es la distancia de seguridad que hay que dejar?, si el que va de vuelta por la  misma calle, te arrea una “guantá” de las que hacen mirar a media piscina, y sobre todo si mi hijo está descojonándose agarrado al bordillo cuando me ve llegar junto a él con el golpe en un pómulo, la vela colgando, el bañador que me queda grande de pelotas y lo llevo medio caído por el pecho y a modo de tanga por detrás.

En fin, solventados esos primeros inconvenientes no cejé en el intento y estaba con determinación a que eso que estaba haciendo me gustase.


Me recoloqué el bañador, volví a ponerme las gafas en su sitio porque la imagen era patética, algo así como esto 

Expectativa

Vs.

Realidad

Y tras no sé cuantos largos, y un buen arrugamiento de piel, decides salir de ese caldo sin fideos, porque si hubiera tenía un poco más de sustancia me había quedado allí a comer, total… me bebí media piscina y seguro que alguna de las micciones de la señora japonesa que estaba delante de mí.

No fue tan terrible como yo pensaba, estuvo bien. Ese momento me ayudo a ir tan cansada al vestuario que no me importó ver aquello como una playa nudista de Ibiza o Cádiz. La joven que con su cuerpazo nos mira a todas con la superioridad le otorga tener 20 años menos, ya veremos “mona” cuando tengas mi edad si estás como yo…

La abuela que está medio espatarrada en uno de los bancos untándose crema hidratante con la llana que le ha robado al último albañil que pasó por su casa

La exhibicionista que se pasea por todo el vestuario sin rumbo fijo, y las que como yo nos buscamos un rinconcito y nos ponemos las bragas del revés para no perder mucho tiempo y salir de allí cuanto antes.

Voy a continuar con esta rutina, hasta que algún@ de las asidu@s me dirija la palabra y entonces será ese el momento de cambiar de piscina, porque Servidora es poco amigable con desconocid@s, salvo que seas Michael Phelps, con o sin barba
Michael Phelps
Eso sí, tengo que hacerme con un reproductor de música acuático que me permita encerrarme más durante ese tiempo (perdido) en mis pensamientos y dejar el cerebro el stand-by.

Ya lo pensaré mañana...